Tumores Benignos.
Torus.
Excrecencia no neoplásica redondeada, con superficie lisa, de hueso nodular denso que se encuentra en la línea media del paladar y en las superficies linguales de la mandíbula.
El torus aparece comúnmente en dos localizaciones intraorales específicas: en la línea media del paladar duro, denominándose torus palatinus, y en la parte lingual de la mandíbula en la región canina - premolar, denominándose torus mandibularis.
Las lesiones histológicamente idénticas que aparecen en el hueso alveolar de la mandíbula y del maxilar superior en otras regiones de la encía se denominan exostosis.
Lesiones similares originadas en las superficies periósticas, pero no en las localizaciones antes mencionadas, se denominan osteomas. Mientras que los tori y las exostosis se cree son reacciones a las fuerzas de tensión ósea, los osteomas se consideran neoplasias benignas.
Torus palatinus.
Se encuentra en la línea media del paladar en mas del 20 % de adultos, no esta presente en pacientes jóvenes apareciendo después de la pubertad en individuos susceptibles, una ves iniciado las lesiones suelen crecer a lo largo de la vida del paciente, Consisten en cuatro lóbulos uniformemente espaciados constituidos de hueso denso con una fina capa de mucosa tensa sobre la superficie. Las lesiones pueden aumentar de tamaño y hacerse pediculadas. Los tori de mayor tamaño interfieren con el habla, la colocación de aparatos protésicos y el mantenimiento de la higiene bucal pueden producir úlceras que no cicatrizan y que evolucionan a osteomielitis crónica.
Torus mandibularis.
Se encuentran generalmente a ambos lados en el área de los caninos de la parte lingual de la mandíbula. En algunos grupos raciales como en los pueblos nativos nórdicos, aparece en más de 30 % de los adultos. Los tori son de crecimiento lento, suelen ser multilobulados y pueden llegar a ser muy grandes. Las masas de mayor tamaño pueden entorpecer el movimiento de la lengua, el mantenimiento de la higiene bucal y la posibilidad de llevar una prótesis intraoral. Se erosionan fácilmente y curan con lentitud.
Exostosis
Excrecencia nodular exofítica de hueso cortical denso localizada generalmente en el hueso alveolar oral maxilar o mandibular, por lo general en el área premolar / molar.
Se encuentran al azar en pacientes adultos, presentándose por lo general en la encía adherida sobre los vértices de la raíces de los dientes. Aparecen con mayor frecuencia en la lámina bucal sobre los premolares en forma de nódulos múltiples, redondeados u ovales, de hueso denso. Son de escasa trascendencia para el paciente a nos ser que sean inaceptables estéticamente o estorben la colocación de una prótesis.
Osteoma.
Excrecencia nodular exofítica de hueso cortical denso sobre o dentro de la mandíbula o el maxilar superior en localizaciones distintas de las ocupadas por tori o exostosis.
Son tumores benignos, constituidos básicamente por hueso maduro, compacto o esponjoso. Es difícil determinar su incidencia real en los maxilares, ya que las lesiones a menudo son pequeñas y asintomáticas, no obstante se consideran poco habituales en esta región.
Etiología y patogenia.
Se desconoce su etiología, aunque se postulan diferentes causas o factores, como el traumatismo, respuesta a la infección y anomalías del crecimiento, no existe evidencia que demuestre en forma definitiva cuál de estas es la causa.
Aspectos clínicos.
En los maxilares el osteoma se presenta como una masa dura y circunscrita que crece fuera del hueso, o como una masa densa dentro del hueso. Crece muy lentamente y es asintomático, aparte de producir asimetría facial. Si está localizado en una zona que soporta una dentadura, puede desarrollarse una ulceración debajo de la prótesis. En ocasiones existe restricción del movimiento del maxilar si el crecimiento es grande y tiene su origen en la región coronoide o condílea. El osteoma aparece en todas las edades, pero es mas frecuente en adultos con más de 40 años, y mas frecuente en el maxilar inferior. Regezi, manifiesta una marcada predominancia femenina.
Aspecto radiográfico.
Radiográficamente el tipo periférico de crecimiento aparece como una masa densa y radiopaca que sobresale de la corteza ósea. Las lesiones centrales aparecen como masas bien circunscritas y escleróticas que producen una radiopacidad mayor que la del hueso que las contiene.
Aspecto patológico.
El osteoma periférico es un bulto óseo duro, oval o redondo con una superficie lisa, muchas veces lobulada. Estos tumores pueden estar fijados al hueso por una base ancha o por un tallo delgado. La sección de la superficie varía según el grado de esclerosis. El osteoma esponjoso tiene el mismo aspecto que el hueso esponjoso, a veces lo atraviesan algunas trabéculas más gruesas. El osteoma compacto tiene un color blanco amarillento y es homogéneo como el marfil. La lesión central forma una masa dura dentro del hueso que algunas veces esta dilatada.
Microscópicamente el osteoma esponjoso consiste en trabéculas de hueso lamelar maduro dentro de una médula adiposa o fibrosa. El osteoma compacto lo forma una masa densa de hueso lamelar con pocos espacios medulares.
Diagnóstico diferencial.
Muchos autores expresan dudas sobre la existencia de una entidad independiente a la cual pueda aplicarse la descripción de osteoma. Se han designado como osteoma, osteocondromas osificados completamente, exostosis traumáticas, esclerósis inflamatorias y lesiones displásicas fibrosas intensamente osificadas y otras lesiones.
El osteofibroma y las lesiones displásicas fibrosas pueden terminar por osificarse por completo y, cuando son centrales, quizás resulten difíciles de distinguir del verdadero osteoma. La elevación del periostio por un hematoma origina en ocasiones una deposición adicional del hueso que da lugar a asimetría de esta región.
Síndrome de Gardner.
En 1950 al estudiar los aspectos genéticos de la poliposis intestinal, Gardner y colaboradores reconocieron un síndrome de osteomas múltiples, que es trasmitido como carácter autosómico dominante.
Este síndrome tiene manifestaciones en la piel sistema gastrointestinal en regiones bucal y facial.
En la piel, es a menudo asiento de quistes epidermoides de inclusión, localizados en la cara tronco y extremidades.
En el sistema gastrointestinal existen pólipos múltiples en el colon y recto con una tendencia notable a una rápida degeneración maligna.
En la región bucal y facial los osteomas múltiples, generalmente asintomáticos, pueden hallarse por toda la región craneal facial.
Condroma.
Son tumores benignos compuestos de cartílago maduro, cuya etiología se desconoce. Pueden localizarse en los maxilares, sin embargo, son muy poco usuales en esta región en comparación con la frecuencia con que se presentan en otros sitios del esqueleto.
Características clínicas.
Se manifiesta como una tumoración indolora, de crecimiento lento y progresivo, por lo que, en muy pocas ocasiones, causa ulceración de la mucosa. La mayoría de las lesiones craneofaciales se originan en el tabique nasal y en los senos etmoidales. Cuando afectan el maxilar se localizan sobre todo en la región anterior, donde se encuentran los restos cartilaginosos embrionarios.
En la mandíbula, es posible encontrarlos en el cuerpo, sínfisis, apófisis coronoides y cóndilo de la misma. Afectan ambos sexos en igual proporción y la mayor parte de los tumores aparecen antes de los 50 años de edad.
Las manifestaciones radiológicas varían, pero casi todas las lesiones aparecen como una zona radiolúcida irregular, en las que pueden encontrarse focos de calcificación. También es posible observar resorción de las raíces de los dientes adyacentes.
Histopatología.
La lesión consiste en lóbulos bien delimitados de cartílago hialino maduro, el cual en algunos casos presenta zonas de calcificación. Los condrocitos son células pequeñas que contienen un solo núcleo regular También puede apreciarse necrosis focal; el número de células es variable de una zona a otra.
Diagnóstico diferencial.
El problema principal consiste en distinguir el condroma del condrosarcoma bien diferenciado; para esto es útil considerar las manifestaciones clínicas y radiológicas, ya que es posible que compartan muchas de las características histológicas. Si la lesión no se examina con suficiente cuidado puede diagnosticarse, por error, condrosarcoma bien diferenciado.
Tratamiento y pronóstico.
El tratamiento adecuado es la extirpación quirúrgica del condroma. En ocasiones, se justifica realizar cirugía, aunque no radical, por la posibilidad de confusión con el condrosarcoma bien diferenciado.
El pronóstico es bueno después del tratamiento y la recurrencia es poco frecuente; aunque si se presenta, debe reconsiderarse el diagnóstico por la posibilidad de que se trate de un cáncer de baja malignidad.
Granuloma central de células gigantes.
El granuloma central de células gigantes es una lesión benigna que ocurre casi de manera exclusiva en los huesos maxilares, por lo general es solitario y radiolúcido.
Etiología y patogenia.
Se desconoce la verdadera naturaleza del proceso y aún se discute sobre este punto. Se postula que representa una respuesta de reparación a hemorragia o inflamación intraósea. Sin embargo, la evolución clínica de las lesiones no sugiere un proceso de reparación del hueso, por lo que muchos investigadores piensan que mas bien se trata de una lesión reactiva; no obstante, en la mayor parte de los casos tampoco es posible identificar un episodio traumático o inflamatorio previo.
Otros expertos opinan que es una lesión relacionada con el tumor de células gigantes de los huesos largos, considerado como un tumor verdadero. Una tercera teoría propone que la lesión corresponde a una anomalía del crecimiento relacionada con el quiste óseo aneurismático.
Características clínicas.
Este es un tumor poco frecuente, predomina en niños y adultos jóvenes, el 75 % de los casos se presentan antes de los 30 años de edad, afecta más a mujeres que a hombres en una proporción de 2 a 1.
Se localiza casi en forma exclusiva en los maxilares, con mayor frecuencia en la mandíbula en la zona anterior a los molares.
A menudo provoca una expansión o tumoración indolora de la mandíbula, las placas corticales se adelgazan y el tumor puede extenderse a los tejidos blandos.
A la radiografía se manifiesta como una lesión ósea radiolúcida multilocular, o con menos frecuencia unilocular, con bordes bien delineados festoneados. A menudo desplaza las piezas adyacentes y produce resorción de las mismas.
Aspecto histopatológico.
Consiste en una proliferación de fibroblastos fusiformes contenidos en un estroma con cantidades variables de colágena, vasos pequeños con macrófagos cargados de hemosiderina además de eritrocitos extravasados. En el estroma del tejido conectivo se encuentran células gigantes multinucleadas , dispersas o en acúmulos alrededor de los vasos. No hay cantidades importantes de células inflamatorias y cuando las hay son de naturaleza secundaria, también suelen aparecer focos de tejido osteoide dispersos en el estroma.
Diagnóstico diferencial.
Puede confundirse con un amelolastoma, odontoma mixoide, querato quiste odontógeno y quiste óseo aneurismático.
Las características histopatológicas son idénticas a las de la lesión a células gigantes en el hiperparatiroidismo puede diferenciarse de esta lesión mediante pruebas bioquímicas, ya que están alteradas la fosfatasa por su aumento, y la disminución del fosfato sérico.
Tratamiento y pronóstico.
El tratamiento de elección es la cirugía y curetaje agresivo con la extirpación de los bordes del tumor lo que mejora la recurrencia, en algunos casos se recomienda la endodoncia o extracción de las piezas afectadas.
Fibroma Osificante.
Es un tumor benigno de los maxilares, de crecimiento lento, desde el punto de vista clínico y microscópico, es muy parecido o casi idéntico al fibroma cementiforme. También se le conoce como: Fibrosteoma, osteofibroma, lesión fibrosa benigna del ligamento periodontal.
Etiología y patogenia.
Se origina en células indiferenciadas del ligamento periodontal; otros, la consideran como un ejemplo de displasia localizada, en la que hay una alteración del metabolismo del hueso. Hay numerosas semejanzas entre este tumor y el fibroma cementificante, como la edad de presentación, localización y manifestaciones clínicas similares, además las características microscópicas son iguales. La diferencia se basa en la naturaleza de los productos calcificados del tumor y, de hecho puede ser solo académica, ya que la conducta biológica de ambas lesiones es idéntica.
Características clínicas.
Es una lesión expansible, de crecimiento lento, que por lo general es asintomática. Aparece principalmente en la mandíbula en la zona de molares y premolares, en algunas ocasiones puede afectar otros huesos craneofaciales. El crecimiento lento de la lesión produce expansión y adelgazamiento de las placas corticales bucal y lingual, pero la perforación de la mucosa es muy poco frecuente, se presenta durante la tercera y cuarta década de la vida, y muestra predominancia en el sexo femenino, las lesiones son con frecuencia solitarias, aunque en algunos casos puede encontrarse daños múltiples.
La característica radiológica más importante son sus bordes definidos, presenta manifestaciones variables que dependen de la maduración o de la cantidad de calcificaciones existentes. Al inicio las lesiones son radiolúcidas, uni o multiloculares, y semejan quistes odontógenos, que en un tiempo progresan y se convierten en lesiones mixtas, radiolúcidas y radiopacas, debido a depósitos de material calcificado. Las lesiones maduras pueden ser masas densas, radiopacas circunscritas por un anillo bien definido radiolúcido, en ocasiones produce desplazamiento de los dientes y con menos frecuencia produce resorción de las raíces dentales.
La encapsulación del tumor permite que la enucleasión o curetaje de la afección se realice con facilidad.
Histopatología.
El tumor consiste en un estroma colagenoso que contiene un número variable de células fusiformes o estrelladas. En la mayor parte de los casos, las fibras colágenas se ordenan de manera irregular, aunque en algunos casos puede ocurrir un patrón de depósito verticilado. Con frecuencia el estroma está bien vascularizado, pero en ocasiones es fibroso avascular.
En el estroma fibroso se observan depósitos calcificados; este tejido duro varía de una región a otra de la lesión y entre uno u otro tumor. La observación más usual consiste en trabéculas irregulares de hueso esponjoso inmaduro, y en un gran porcentaje de casos se encuentra hueso laminar y en la periferia se observan osteoblastos.
Otros patrones de calcificación incluyen depósitos basofilos pequeños, redondos u ovalados y trabéculas anastomosadas de un material similar al cemento. Estos últimos depósitos son los que hacen pensar a muchos investigadores que el fibroma osificante y el cementificante son lesiones semejantes o idénticas.
La mayor parte de estos tumores muestran una mezcla de los diferentes tipos de calcificación, pero en otros es posible identificar un solo tipo morfológico de depósitos.
Diagnóstico diferencial.
El fibroma osificante, debe distinguirse de la displasia fibrosa, ya que ambos procesos pueden mostrar características radiológicas y microscópicas similares. La característica más útil es la delimitación radiológica y clínica del fibroma osificante, que permite separarlo con facilidad del hueso sano y que, en la mayor parte de los casos, es evidente en la radiografía. En el pasado se trato de diferencia esas lesiones con base en criterios histológicos; se creía que la displasia fibrosa únicamente contenía hueso esponjoso óseo, sin evidencias de un borde osteoblástico y que la presencia de hueso laminar era característica del fibroma óseo. No obstante, la mayoría de los investigadores están de acuerdo en que estos criterios son poco confiables, pues pueden encontrarse ambos tipos de hueso en las dos lesiones.
El osteblastoma y el osteoma osteoide aparece en individuos más jóvenes y se caracterizan por dolor; además, las trabéculas óseas de estas lesiones están rodeadas por abundantes osteoblastos edematosos y tienen un nido central. El cemento blastoma puede presentar manifestaciones clínicas y radiológicas similares; sin embargo, la lesión se fusiona con la raíz del diente afectado.
En ocasiones, puede ser necesario distinguirlo de la osteomielitis focal esclerosante, aunque en este último caso, puede observarse una causa de inflamación y es posible que la lesión produzca dolor, sensibilidad, edema o linfadenopatía.
Tratamiento y pronóstico.
Con frecuencia, el tratamiento incluye la extirpación quirúrgica de la lesión por medio de la enucleasión o curetaje de la misma, ya que, como se estableció en los párrafos anteriores, puede separarse con facilidad del hueso sano circundante. En niños, se describe una variante del fibroma osificante denominado Fibroma osificante juvenil activo que es muy poco frecuente y corresponde a una forma de fibroma osificante mas agresiva y requiere de tratamiento más extenso. Aún debe aclararse la verdadera relación entres estas dos lesiones.
Displasia Fibrosa
La Displasia Fibrosa es un trastorno idiopático en el que la medula ósea es reemplazada gradualmente por una proliferación de tejido conectivo fibroso anormal que contiene cantidades variables de material osteoide y óseo de probable origen metaplásico. Este tejido fibroso posee una estructura inadecuada.
Después de la descripción original del trastorno, se incluyeron bajo esta denominación diversas enfermedades, lo que ha creado confusión en relación con los criterios necesarios para establecer el diagnóstico y no ha sido posible lograr una descripción más precisa y definida de la displasia fibrosa.
Etiología y patogenia.
La etiología se desconoce, aunque varias teorías al respecto, La primera aceptada por muchos investigadores, postula que representa un crecimiento hamartomatoso, no neoplásico y producido por actividad desordenada de las células mesenquimatosas. Una segunda teoría propone que la lesión es el resultado de una detención en la maduración del tejido mesenquimatoso, en el estado de hueso esponjoso. Otra hipótesis sugiere que es una reacción anormal de hueso a un episodio traumático localizado y, por último se ha sugerido que la lesión es la expresión ósea focal de un complicado trastorno endocrino. No hay evidencia que apoye un factor hereditario en el desarrollo del tumor.
Características clínicas.
A menudo la enfermedad se manifiesta como un crecimiento lento y asintomático del hueso afectado y puede dañar uno o varios huesos de forma concomitante. Cuando afecta sólo un hueso, se denomina displasia fibrosa monostótica y cuando lesiona más de un hueso se conoce como displasia fibrosa poliostótica , esta ultima es poco frecuente, aunque muchos pacientes presentan lesiones de cráneo, huesos faciales o maxilares. El síndrome de McCune-Albright consiste en displasia fibrosa poliostótica, pigmentación cutánea melanótico (manchas café con leche) y anormalidades endocrinas, entre las que se incluye con frecuencia desarrollo sexual precoz en mujeres. El síndrome de Jaffe Lichtenstein consiste en múltiples lesiones óseas de displasia fibrosa y pigmentación de la piel.
La displasia fibrosa monostótica corresponde a más del 80 % de los casos. El daño de la mandíbula es frecuente en esta forma de la enfermedad, pero también puede afectar las costillas y el fémur. La displasia fibrosa ocurre con mayor frecuencia en el maxilar que en la mandíbula y las lesiones pueden extenderse hasta el seno maxilar, cigoma, esfenoides y piso de la órbita. La forma de la enfermedad en la que hay afección de los huesos adyacentes se denomina displasia fibrosa craneofacial. Cuando la lesión es mandibular se localiza casi siempre en el cuerpo de la misma.
El crecimiento lento y progresivo en la mandíbula es indoloro, por lo general bilateral y produce asimetría facial que puede ser el signo de aparición de la enfermedad. La tumoración fusiforme de la mandíbula afectada se produce, por lo general, por expansión de la placa cortical de la región vestibular; la afección de las regiones palatinas o linguales de la misma es muy poco usual. Es posible que ocurra desplazamiento de los dientes, lo cual determina maloclusión dental e interferencia con los patrones normales de erupción; aunque los dientes erupcionados no son móviles.
Es mas frecuente en la primera y segunda década de la vida, y en ambos sexos por igual.
Las manifestaciones radiológicas varían, lo mas característico es encontrar una masa radiopaca con un gran número de trabeculas óseas que le dan una apariencia de “fondo de vaso” este patrón radiológico puede identificarse en la mayor parte de las lesiones intrabucales, además de uniloculares o multiloculares, de bordes muy mal definidos, ya que el proceso parece unirse con el hueso circundante normal, de forma elíptica.
Histopatología.
Proliferación de tejido conectivo fibroso, con focos de hueso inmaduro irregular. Los fibroblastos muestran núcleos uniformes estrellados o fusiformes, que carecen por completo de orientación.
Diagnóstico diferencial.
Se confunde con el fibroma osificante, pero este tiene bordes bien definidos, la enfermedad de Paget, pero se presenta en pacientes mayores y es bilateral, con aumento de los niveles de fosfatasa alcalina, La Osteomielitis crónica, pero tiene inflamación. El crecimiento lento y progresivo lo diferencia de los tumores malignos.
Tratamiento y Pronóstico.
Luego de la pubertad la lesión se estabiliza o disminuye, por eso las lesiones mas pequeñas solo requieren control. Las lesiones grandes requieren cirugía, ya que producen deformidades estéticas.
La transformación maligna se da en el 1% y en pacientes que habían recibido radioterapia.
Hemangioma de Hueso.
Consiste en una proliferación de vasos, se localiza con mayor frecuencia en las vértebras y en los huesos del cráneo, y con menor incidencia en el maxilar y mandíbula.
Etiología y Patogenia.
Se desconoce, puede corresponder a un origen embrionario o traumático.
Características clínicas.
Más del 50 % se localizan en la mandíbula, en la parte posterior mas frecuente en mujeres y en la segunda década de la vida.
Se manifiesta como una expansión lenta y asimétrica, con hemorragia gingival de los dientes adyacentes.
Radiográficamente tienen una apariencia de “Burbujas de jabón”
Histopatología.
Se componen de una proliferación de vasos, de tipo cavernoso, espacios vasculares dilatados con paredes delgadas de endotelio.
Diagnóstico diferencial.
Incluye ameloblastoma, mixoma, granuloma central de células gigantes, Quiste óseo aneurismático.
Tratamiento y pronóstico.
La característica mas importante de los hemangiomas óseos es que pueden poner en peligro la vida de los pacientes si se tratan de manera inadecuada, por lo que es imperativa la aspiración con aguja de cualquier lesión central de posible origen vascular antes de realizar una biopsia.
Los métodos utilizados en el tratamiento de los hemangiomas incluyen cirugía, radioterapia, agentes esclerosantes, crioterapia, y técnicas de embolización prequirúrgica. Antes de seleccionar el tratamiento adecuado debe valorarse el flujo vascular, así como su tamaño y localización.
21/11/2010 9:07:31